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Seraf
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Estoy cansada de oír a diario en los medios de comunicación ese nuevo concepto recién acuñado denominado
Marca España. Que, por si alguien no lo sabe, tiene designado un cargo político que pagamos entre todos, y que tiene un nombre muy rimbombante " Alto comisionado del gobierno para la
Marca España", casi ná.
Pues bien, no sé vosotros, pero yo me pregunto a menudo ¿qué es eso de la Marca España?, ¿qué milonga nos quieren vender ahora? y se me vienen a la cabeza diversas cuestiones, a saber:
¿Quién fue el lumbreras al que se le ocurrio tal cosa? ¡Claro! ver y programar tanto fútbol es lo que tiene.¿Acaso quiso aprovecharse del tirón de las históricas victorias de la selección española y hacer suyo el archiconocido lema "yo soy español, español, español, español"?, ¡Lo que no consiga el fútbol! ¿Pero a quién queremos engañar? En la era de las tecnologías y la globalización, no cabe la pantomima, ni el disfraz, la Marca España sale a la palestra cada día.
De este modo, España es internacionalmente conocida por tener una democracia con un sistema judicial bien lejano a la independencia necesaria, y descaradamente politizado. El caso del juez Garzón lo demostró en su momento, y dejó perplejo a medio mundo. Esto si que es Marca España.
O a lo mejor con Marca España lo que se quiere explicar a nuestros vecinos europeos es cómo hay que proceder para controlar la opinión pública y que parezca que aquí no pasa nada, y de paso convenceles de que tenemos una democracia ejemplar. Pasos básicos: 1º Llego al poder, cambio al director de RTVE y pongo al frente a uno de mis secuaces. 2º Le sugiero que haga limpieza general, y corte todas las cabezas pensantes que no piensan como yo. ¡Listo! camino despejado. Y si no, que se lo pregunten entre otros a Juan Ramón Lucas, Toni Garrido, Javier Gallego o Ana Pastor.....unos magníficos profesionales que estaban al frente de programas de interés y máximas audiencias, y que se han visto abofeteados sin rubor por la Marca España, la marca de la casa.
Tener en las cunetas de este país a cientos de personas sin derecho a una sepultura digna, que sirva al menos de consuelo a las familias y ayude a pasar página y cerrar heridas, es quizá el mejor ejemplo de lo que yo, y medio mundo, tienen por Marca España.
En definitiva, la Marca España ya estaba inventada, no hay que mantener a otro político que vaya haciéndo gala de ella, lo que ocurre aquí No ocurre en ningún otro país democrático que presuma y se enorgullezca de serlo.
Así que me carcajeo yo de la Marca España, tanto o más de lo que me río cuando a los políticos se les llena la boca hablando por ejemplo, de la calidad de enseñanza, pero esta es ya otra historia.