Andariega

(Seraf) Alpujarra

"Andar es abandonarse a un sencillo vaivén, respirar y dejarse llevar" (Manolo García)




miércoles, 8 de febrero de 2012

Janes Bowles


(Seraf)          A su tumba nunca le faltan flores
Fue una mujer inquieta, autora de obras inquietantes. Siempre se mantuvo en el territorio de la duda y recurrió como arma de salvación a su gran capacidad de sorprender.
Aquella “cabeza de gardenia”, como la describió Capote, hizo de su vida plena literatura.

Su búsqueda de mujeres y amantes en el Greenwich Village provocaban en la familia una gran inquietud, pero en el año 1937 le presentaron al compositor y escritor Paul Bowles, que era homosexual. Ambos decidieron casarse y seguir con sus respectivas vidas y sus relaciones homosexuales manteniendo una amistad platónica.
El matrimonio Bowles vivió en New York hasta 1947, año en el que se trasladó a Tánger. En 1957, la salud de Janes se quebrantó. Tras varios tratamientos en Inglaterra y Estados Unidos, ingresó en una clínica de Málaga, donde murió en 1973. 
Los restos de Jane Bowles descansan en el Cementerio de san Miguel de Málaga.


3 comentarios:

  1. El intenso eco de la vida de una escritora como Jane Bowles nos llega aún hoy en pleno siglo XXI a través de estas palabras de Ser de Arco y Flecha. Es un lujo contar con espacios como éste, desde donde recuperar nombres de autoras, que ya en su época sorprendieron no sólo por su obra sino también por una vida llena de rupturas con el convencionalismo burgués y sexista .
    Nueva York, Paris… y Tánger, escenarios ideales donde abandonarse a una disoluta noche, vieron también abandonarse en un sencillo vaivén durante sus mañanas, tanto a Jane, como a otra célebre y olvidada, Djuna Barnes.
    Esta terrible jineta de una vida, sin límites ni temores, visitó a los Bowles en Marruecos, simpatizando con un Paul incómodo ante el extravagante maquillaje azul, púrpura y verde que la escritora, lucía ya desde la mañana.
    Las imagino recorrer sus calles, orgullosas y valientes. Sentarse frente a un té moruno en una terraza llena de hombres, regatear sin disimulo el precio de una maleta de cuero… y asomarse a un acantilado frente a 7000 kilómetros de mar...
    Desde donde enfrentarse al abismo de un destino convencional, que seguro, las hubiera hecho mediocremente desgraciadas.

    Enhorabuena por este sugerente blog y un abrazo de Ser de acequias.

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  2. Gracias por la parte que me toca a mi y a mi blog. Gracias también por este comentario sosegado, sin las prisas cotidianas que marcan nuestras vidas. Y sí, sí que me imagino a Janes y Djuna por esas callejuelas exóticas de marruecos, devorándolo todo, inclusive a si mismas.
    Sin lugar a dudas, el convencionalismo de una vida marital al uso las hubiera hecho mediocremente desgraciadas. En el fondo creo que eran un poco de "serdearcoyflecha". Besos.

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    1. Me encanta tu comentario.Cuanto más lo leo, más me gusta

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