Andariega

(Seraf) Alpujarra

"Andar es abandonarse a un sencillo vaivén, respirar y dejarse llevar" (Manolo García)




domingo, 21 de julio de 2013

Lo tengo más que comprobado


 
 
Lo tengo más que comprobado, si cuando acabo de leer un libro cierro de forma pausada su última página, y paso suavemente mi mano por la contraportada, a modo de caricia, y como por inercia, le doy la vuelta y releo el título como queriéndolo retener en la memoria, y me recreo en la ilustración de la portada, para no olvidarla.......sin lugar a dudas, ese libro me ha tocado las fibras y ha dejado una imborrable huella en mi. La lectura ha terminado, pero las reflexiones y las sensaciones emergen y no puedo, todavía, soltarlo y desprenderme de él.
 
Tengo la suerte de que últimamente hayan caído en mis manos al menos cuatro libros de esta naturaleza,  permanecen en mi mente, viven conmigo, aunque físicamente ya estén colocados en su lugar de la estantería. Dos de ellos,  están relacionados con la muerte, no en su concepto abstracto, sino en su concepto más palpable, el de la pérdida de seres queridos. Ambos rezuman sensibilidad, ternura, sencillez, valor, sinceridad, "desnudez" y sobretodo muchísimo amor en estado puro.
 
Y aunque pueda parecer que el tema de la muerte no es un tema de lectura veraniega, yo os lo recomiendo encarecidamente, en especial el primero de ellos:

El olvido que seremos de Héctor Abab Faciolince

La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero

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